Juego de espejos
Trotando
mis nubes se acercan
y no vienen calladas:
cada una trae su juego.
Ya las escucho riendo
"una para todas,
todas para una".
Ninguna es más que las demás.
Me siento a verlas justo a tiempo.
Sus espadas relucen
y el juego comienza
mientras la gente corre.
No hay apuestas que valgan.
Todas cuelgan a la misma altura:
en el último escalón de mis sueños,
sobre mis juegos de niño.
Mil y un gotas rompen mi calle
con el vapor de aquel helado,
trémulo,
lindo espejo.
14 de julio / 2009
Comentarios
Publicar un comentario