Ninguna prisa me ha traído a este manto
Ninguna prisa me ha traído a este manto
El arribo —seguro como el ocaso—
mostró en su noche mi luz
Un lienzo con manchas de algo una vez escrito
borradas en la desesperanza del tiempo
y que caen sobre granos de arena
Pero arena sobre arena no cuenta
La arena es otra mancha del pasado
Jamás queda escrita
Se desliza por la garganta del recuerdo
y no alimenta —ahí van los cuervos
que vuelan alto—
Tres plumas caen al mismo tiempo
Su aviso es un estruendo que deja tres marcas
sin necesidad de aleteos
Tres marcas
Dos manos
Tus besos
Presa del mismo sueño fui
Durante más de un círculo
convertido en espirales
Ahora un yugo me mantiene despierto
Encadenarme me ha hecho libre
Tu abrazo no me amarra
El encierro en tus cuencas
—así sea para siempre—
—así sea para siempre—
No me limita
No me priva
No me exige
Bestia sagrada soy en mi unión contigo
Sangre y alma
Sexo y aliento
Nuevo individuo soy
De una sola barca remero asido
Retomando el camino que dejó de ser
cuando tú y yo pusimos tierra a nuestros pies
y aire a nuestras vidas
Ver la luz del mundo significó perderte
Este nuevo encuentro bajo tus ojos es mi
nacimiento
Fotografía: The Victory of Samotracia by © Cristina
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